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ma. Se necesita una Primera Dama en Los Pinos. El Presidente
tiene que decir,
Tengo una vida privada.
Me obligaste a rer.
159
CARLOS FUENTES La silla del guila
Todos tenemos derecho a una vida privada. Siempre y
cuando tengamos con qu pagarla. Si me casara contigo, no
tendramos con qu pagar nuestra infelicidad.
T eres la nica que me dice cosas que me reconfortan
ms all de la poltica, me entiendes? Y t tambin el nico
para m. Dejemos las cosas como estn. Casarnos sera una
mentira. No lo es la poltica? S, por eso exige tanto tiempo.
Qu quieres decir?
Que mentir con xito requiere ms tiempo y atención que
los que la vida nos otorga. Habra que dedicarse enteramente a
cultivar la mentira. Que es precisamente lo que la poltica auto-
riza. Te queda energa?
Mrate en el espejito del auto, Bernal. Mirmonos los dos.
Crees que somos los mismos que hace veinte aos? Qu te
dice el espejito, Bernal?
Tu voz me sonó muy melancólica, mi amor. Que nada vol-
ver a ser como fue. Chapultepec convertido en Castillo del
rock, cimbrado por tanto concierto de beneficencia tan ruidoso
que dicen haber visto a los fantasmas insomnes de Maximiliano
y Carlota deambular, con la guardia de los Nios Hroes, en
medio de los fanticos del anciano Mick Jagger, que vino aqu a
celebrar sus ochenta aos y que, como todos los jipis melenu-
dos y provectos, parece una viejecita en busca de cereales co-
ntra la constipación.
Y por fin Los Pinos, la residencia y oficina presidencial donde
se recibe el duelo de jefes de Estado extranjeros, embajadores
y "fuerzas vivas". Quines lo reciben? Naturalmente, el presi-
dente del Congreso, Onsimo Canabal, el presidente de la Su-
prema Corte, Javier Wimer Zambrano, y el secretario de Go-
bernación, Nicols Valdivia. La elección de Presidente Sustituto
no se har hasta que concluyan las ceremonias luctuosas en
honor de Lorenzo Tern y se retiren las misiones extranjeras
aunque el Presidente cubano Castro ha declarado su intención
de darse una vuelta por Chiapas "con una importante revela-
ción que hacer".
Ahora t y yo hacemos cola otra vez. Ya no tenemos repre-
sentación oficial. Admiramos la compostura de los Tres Pode-
res. Y yo busco en vano a la mujer, Bernal.
Porque el Presidente Lorenzo Tern s tena una mujer en
Los Pinos. Una mujer invisible. All, asomndose por una puerta
del Salón López Mateos. Llorando. Con el pauelo en la boca.
160
CARLOS FUENTES La silla del guila
Prieta. Cacariza. Cuadrada como una caja fuerte. Cariosa.
Adolorida.
Es Penlope Casas.
Llora pero mira con ternura a Nicols Valdivia.
Ya sabe que ser Presidente. Lo agradece. Es su protector.
Miro la escena contigo, Bernal, y te repito. El demonio de la
poltica arde en mi corazón. Qu bueno que nunca nos casamos
t y yo. As he podido darle a la poltica la parte oscura de mi
persona, la parte que hered de mi padre, sin daarte a ti.
"Nicols Valdivia, yo te har Presidente."
Lo que no le dije es que conoca la enfermedad mortal del
Presidente Lorenzo Tern.
50
Xavier Zaragoza "Sneca" a Mara del Rosario Galvn
Ha muerto Lorenzo Tern. Ha muerto el seor Presidente.
Seguimos vivos t y yo, Mara del Rosario? No, no te embarco
en mi propio funeral de vikingo: una nave en llamas cuyo ve-
lamen de fuego no sobrevive a la noche de la muerte. No. Hago
con mi amiga un repaso necesario que quiz sea, tambin, un
responso fnebre.
Fue grande Lorenzo Tern? Pudo serlo y no lo fue? O sólo
fue lo que siempre fue: un hombre decente, bien intencionado
y de mortuis hil nisi bonum sin verdadera inteligencia? Su
Presidencia no pasar a la historia. Tern dejó que sucedieran
las cosas porque ese era su credo demócrata. Pero no pasó lo
que l quiso que pasara. Ve el panorama. Vacos de poder, ca-
cicazgos arraigados, intrigas palaciegas incontroladas... pero no
la sociedad civil gobernndose a s misma en un ambiente de
tolerancia, respeto e iniciativa moral. Y la muerte de un hombre
honrado, decente, Mara del Rosario, a ti, a m, a Bernal Herre-
ra, nos consta ms que a nadie. Pero yo te pregunto, puede
alguien, con fuerza, si no pasivamente, cambiar realidades con
palabras? Las palabras que la civilización ama Ley, Seguridad,
Democracia, Progreso, se vuelven pardas, angustiosas, falsa-
rias, aqu en Mxico y en toda esta región ms dolorosa, Lati-
noamrica.
161
CARLOS FUENTES La silla del guila
Qu puede hacer alguien como yo, el llamado "Sneca", si
no proponer utopas radicales, ya que la topa es, ella misma,
tan absoluta en su dominio de la poltica? Ante la extrema real-
politik, yo propuse una idealpolitik igualmente extrema. Mi es-
peranza fue que entre dos extremos, la moneda de la virtud
cayese, de canto, en los medios. In medio stat virtus, pues. [ Pobierz całość w formacie PDF ]
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ma. Se necesita una Primera Dama en Los Pinos. El Presidente
tiene que decir,
Tengo una vida privada.
Me obligaste a rer.
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CARLOS FUENTES La silla del guila
Todos tenemos derecho a una vida privada. Siempre y
cuando tengamos con qu pagarla. Si me casara contigo, no
tendramos con qu pagar nuestra infelicidad.
T eres la nica que me dice cosas que me reconfortan
ms all de la poltica, me entiendes? Y t tambin el nico
para m. Dejemos las cosas como estn. Casarnos sera una
mentira. No lo es la poltica? S, por eso exige tanto tiempo.
Qu quieres decir?
Que mentir con xito requiere ms tiempo y atención que
los que la vida nos otorga. Habra que dedicarse enteramente a
cultivar la mentira. Que es precisamente lo que la poltica auto-
riza. Te queda energa?
Mrate en el espejito del auto, Bernal. Mirmonos los dos.
Crees que somos los mismos que hace veinte aos? Qu te
dice el espejito, Bernal?
Tu voz me sonó muy melancólica, mi amor. Que nada vol-
ver a ser como fue. Chapultepec convertido en Castillo del
rock, cimbrado por tanto concierto de beneficencia tan ruidoso
que dicen haber visto a los fantasmas insomnes de Maximiliano
y Carlota deambular, con la guardia de los Nios Hroes, en
medio de los fanticos del anciano Mick Jagger, que vino aqu a
celebrar sus ochenta aos y que, como todos los jipis melenu-
dos y provectos, parece una viejecita en busca de cereales co-
ntra la constipación.
Y por fin Los Pinos, la residencia y oficina presidencial donde
se recibe el duelo de jefes de Estado extranjeros, embajadores
y "fuerzas vivas". Quines lo reciben? Naturalmente, el presi-
dente del Congreso, Onsimo Canabal, el presidente de la Su-
prema Corte, Javier Wimer Zambrano, y el secretario de Go-
bernación, Nicols Valdivia. La elección de Presidente Sustituto
no se har hasta que concluyan las ceremonias luctuosas en
honor de Lorenzo Tern y se retiren las misiones extranjeras
aunque el Presidente cubano Castro ha declarado su intención
de darse una vuelta por Chiapas "con una importante revela-
ción que hacer".
Ahora t y yo hacemos cola otra vez. Ya no tenemos repre-
sentación oficial. Admiramos la compostura de los Tres Pode-
res. Y yo busco en vano a la mujer, Bernal.
Porque el Presidente Lorenzo Tern s tena una mujer en
Los Pinos. Una mujer invisible. All, asomndose por una puerta
del Salón López Mateos. Llorando. Con el pauelo en la boca.
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CARLOS FUENTES La silla del guila
Prieta. Cacariza. Cuadrada como una caja fuerte. Cariosa.
Adolorida.
Es Penlope Casas.
Llora pero mira con ternura a Nicols Valdivia.
Ya sabe que ser Presidente. Lo agradece. Es su protector.
Miro la escena contigo, Bernal, y te repito. El demonio de la
poltica arde en mi corazón. Qu bueno que nunca nos casamos
t y yo. As he podido darle a la poltica la parte oscura de mi
persona, la parte que hered de mi padre, sin daarte a ti.
"Nicols Valdivia, yo te har Presidente."
Lo que no le dije es que conoca la enfermedad mortal del
Presidente Lorenzo Tern.
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Xavier Zaragoza "Sneca" a Mara del Rosario Galvn
Ha muerto Lorenzo Tern. Ha muerto el seor Presidente.
Seguimos vivos t y yo, Mara del Rosario? No, no te embarco
en mi propio funeral de vikingo: una nave en llamas cuyo ve-
lamen de fuego no sobrevive a la noche de la muerte. No. Hago
con mi amiga un repaso necesario que quiz sea, tambin, un
responso fnebre.
Fue grande Lorenzo Tern? Pudo serlo y no lo fue? O sólo
fue lo que siempre fue: un hombre decente, bien intencionado
y de mortuis hil nisi bonum sin verdadera inteligencia? Su
Presidencia no pasar a la historia. Tern dejó que sucedieran
las cosas porque ese era su credo demócrata. Pero no pasó lo
que l quiso que pasara. Ve el panorama. Vacos de poder, ca-
cicazgos arraigados, intrigas palaciegas incontroladas... pero no
la sociedad civil gobernndose a s misma en un ambiente de
tolerancia, respeto e iniciativa moral. Y la muerte de un hombre
honrado, decente, Mara del Rosario, a ti, a m, a Bernal Herre-
ra, nos consta ms que a nadie. Pero yo te pregunto, puede
alguien, con fuerza, si no pasivamente, cambiar realidades con
palabras? Las palabras que la civilización ama Ley, Seguridad,
Democracia, Progreso, se vuelven pardas, angustiosas, falsa-
rias, aqu en Mxico y en toda esta región ms dolorosa, Lati-
noamrica.
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CARLOS FUENTES La silla del guila
Qu puede hacer alguien como yo, el llamado "Sneca", si
no proponer utopas radicales, ya que la topa es, ella misma,
tan absoluta en su dominio de la poltica? Ante la extrema real-
politik, yo propuse una idealpolitik igualmente extrema. Mi es-
peranza fue que entre dos extremos, la moneda de la virtud
cayese, de canto, en los medios. In medio stat virtus, pues. [ Pobierz całość w formacie PDF ]