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alto aún iba Larry, rozando el techo a noventa pulgadas de altura. Las telas de araña y la
suciedad los enmascaraba, ocultando la identidad de Larry, como individuo separado.
Los circuitos de vigilancia de la ciudad localizaron el problema y tomaron los datos. En
Seguridad se activó una pantalla, el jefe del escuadrón estudió la oscura y borrosa
imagen.
¿Qué es esto?
Un intruso en la Espiral dijo el vigilante.
Más bien parece un monstruo compuesto... Dos cabezas, cuatro brazos y dos piernas.
¿Ha habido alguna pérdida de personal o material?
No...
Entonces pásale la información a Bio. Estoy seguro de que les interesará. No es un
asunto para Seguridad.
Pero...
El jefe del escuadrón se estiró en su camastro silenciando al vigilante.
Prueba con Bio repitió . Todos mis hombres están fuera en una misión importante:
confiscar plantas brotadas de semillas en síntesis. Un embriotec poco cuidadoso
descubrió una mutación con flores perfectas: pistilos cargados de óvulos y estambres
capaces de producir polen. Tú sabes lo peligrosas que podrían ser..., plantas capaces de
vivir fuera de la Colmena y de producir comida... Déjanos atender a nuestra tarea más
importante: Seguridad. Llama a Bio para tu monstruo.
El vigilante cambió de canal.
La aprendiza Wandee levantó la vista de su visor; sus ojos azules eran grandes y
húmedos. Trepó sobre un revoltijo de polvorientos recipientes y golpeó la zumbadora
pantalla.
¿Sí? Aquí Bio.
El vigilante se preparó a descargar el problema sobre otro departamento.
Tengo un ejemplar interesante para vosotros.
Wandee asintió y se dirigió a su banco de colección.
¿De qué tamaño?
Seleccionaba redes y recipientes.
El vigilante respingó mientras los datos bailaban sobre la pantalla. Deseaba que
hubiese alguna forma de minimizar el problema hasta que estuviera fuera de sus manos.
«MONSTRUO COMPUESTO. HUMANOS. NOVENTA PULGADAS. TRESCIENTAS
LIBRAS.»
Wandee abandonó el pequeño recipiente de media pinta de capacidad y se volvió a su
pantalla. Numerosas diapositivas de frente, de lado y de espaldas fueron exhibidas. Se
incluyó la de un ciudadano para apreciar el tamaño. El termograma, un patrón geográfico
moteado de 92 a 99 grados, tenía muy poca relación con una anatomía segmentaria.
Demasiado polvo comentó.
Ampliaciones de las dos cabezas permitieron comparar sus estructuras óseas.
No hay duda dijo sonriendo . Gemelos monozigóticos, fundidos en un monstruo
compuesto.
El vigilante se tranquilizó.
Lo dejo en tus capacitadas manos...
Por supuesto barbotó ella. La pantalla, lentamente, iba marcando la emigración
ascendente del monstruo por la espiral . Para un ejemplar de este tamaño necesitaré mi
pistola adormecedora, redes y, veamos..., unos seis ayudantes reunió los dardos y llenó
la jeringuilla con un sedante aromático . Me pregunto si tendrá un sistema circulatorio
normal. En el supuesto de que haya solamente unas pocas comunicaciones venosas
podría necesitar dos disparos. Llevaré un repuesto.
Apresuradamente, se dirigieron a la espiral.
Desautorizado dijo la puerta.
Prueba aquella de allá dijo Larry.
El Gran Har se movió de un lado a otro sobre la plataforma en lo alto de la espiral. Una
puerta se abrió, no al exterior, sino a un oscuro garaje donde sólo los ojos de una
máquina podían ver. Los raspantes y rechinantes sonidos alejaron a los dos fugitivos.
Ellos buscaban un Jardín del Edén, no un sombrío agujero donde la masticación podría
reducirlos a pulpa.
Supongo que tendremos que romper una de estas... ¡Oh! Aquí llega un grupo de
ciudadanos que no parece tenernos miedo.
El Gran Har giró para ver a Wandee subiendo por la espiral a la cabeza de sus
ayudantes de Bio. Sus blusones eran idénticos y caminaban en formación cerrada
llevando pesados carretes de redes. Wandee acariciaba una pequeña y eficiente pistola
de dardos.
Har retrocedió sobre la plataforma. Los ayudantes de Wandee separaron las redes,
formando dos enmarañadas barreras que se movieron en direcciones opuestas alrededor
de la espiral, cogiendo en el centro a los fugitivos. Larry estudió la floja malla. Concebida
para atrapar brazos y piernas, era lo suficientemente larga para permitir disparar con
certeza. Wandee permanecía detrás de la red, con su vista fija sobre la pareja. Har se
retiró hacia una salida, mirando fijamente la boca del arma.
El dardo alcanzó al gigante en el centro del pecho, resonando contra su esternón. La
mano de Larry buscó las aletas.
Calma, grandullón.
Tiró del proyectil y éste se desprendió con un pingajo muscular en las varillas. Las
rodillas de Har flaquearon, Larry lanzó el dardo contra el hocicudo que sostenía el centro
de la red. Las aletas se desplegaron. Se clavó en su ancho vientre y la barrera cedió. Har
se vino abajo. Wandee sonrió y comenzó a relajarse.
Larry cayó sobre las palmas de sus manos, encallecidas y abiertas, corriendo y
gritando. La separación del mediohumano fue completamente inesperada: el escuadrón
de Biología titubeó. Rebasó al comatoso hocicudo de la red y golpeó a Wandee tan fuerte
como pudo. Ella era una hembra frágil, joven y despolarizada, nueva en el oficio. Larry se
concentró en el arma, golpeando y mordiendo su brazo. Unicamente después de
arrebatársela se dio cuenta de su fragilidad. Retrocedió dando traspiés, los ojos muy
abiertos, sujetando su mano derecha. Él sintió el herrumbroso gusto de la sangre en sus
dientes delanteros.
Armando la pistola al tiempo que gritaba, Larry ahuyentó al escuadrón.
Volvió junto al gigante.
Levántate, Har. ¡Levántate! No puedes dormir aquí. El hocicudo de la barrera murió.
Seguridad se presentará pronto.
Har se acurrucó en el interior de un oscuro conducto de aire y se adormeció. Larry lo
ocultó con un filtro opaco. Después hizo desaparecer sus pistas arrastrando la sucia red
alrededor de la plataforma hasta la única puerta que se abría a sus órdenes. En la [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]
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alto aún iba Larry, rozando el techo a noventa pulgadas de altura. Las telas de araña y la
suciedad los enmascaraba, ocultando la identidad de Larry, como individuo separado.
Los circuitos de vigilancia de la ciudad localizaron el problema y tomaron los datos. En
Seguridad se activó una pantalla, el jefe del escuadrón estudió la oscura y borrosa
imagen.
¿Qué es esto?
Un intruso en la Espiral dijo el vigilante.
Más bien parece un monstruo compuesto... Dos cabezas, cuatro brazos y dos piernas.
¿Ha habido alguna pérdida de personal o material?
No...
Entonces pásale la información a Bio. Estoy seguro de que les interesará. No es un
asunto para Seguridad.
Pero...
El jefe del escuadrón se estiró en su camastro silenciando al vigilante.
Prueba con Bio repitió . Todos mis hombres están fuera en una misión importante:
confiscar plantas brotadas de semillas en síntesis. Un embriotec poco cuidadoso
descubrió una mutación con flores perfectas: pistilos cargados de óvulos y estambres
capaces de producir polen. Tú sabes lo peligrosas que podrían ser..., plantas capaces de
vivir fuera de la Colmena y de producir comida... Déjanos atender a nuestra tarea más
importante: Seguridad. Llama a Bio para tu monstruo.
El vigilante cambió de canal.
La aprendiza Wandee levantó la vista de su visor; sus ojos azules eran grandes y
húmedos. Trepó sobre un revoltijo de polvorientos recipientes y golpeó la zumbadora
pantalla.
¿Sí? Aquí Bio.
El vigilante se preparó a descargar el problema sobre otro departamento.
Tengo un ejemplar interesante para vosotros.
Wandee asintió y se dirigió a su banco de colección.
¿De qué tamaño?
Seleccionaba redes y recipientes.
El vigilante respingó mientras los datos bailaban sobre la pantalla. Deseaba que
hubiese alguna forma de minimizar el problema hasta que estuviera fuera de sus manos.
«MONSTRUO COMPUESTO. HUMANOS. NOVENTA PULGADAS. TRESCIENTAS
LIBRAS.»
Wandee abandonó el pequeño recipiente de media pinta de capacidad y se volvió a su
pantalla. Numerosas diapositivas de frente, de lado y de espaldas fueron exhibidas. Se
incluyó la de un ciudadano para apreciar el tamaño. El termograma, un patrón geográfico
moteado de 92 a 99 grados, tenía muy poca relación con una anatomía segmentaria.
Demasiado polvo comentó.
Ampliaciones de las dos cabezas permitieron comparar sus estructuras óseas.
No hay duda dijo sonriendo . Gemelos monozigóticos, fundidos en un monstruo
compuesto.
El vigilante se tranquilizó.
Lo dejo en tus capacitadas manos...
Por supuesto barbotó ella. La pantalla, lentamente, iba marcando la emigración
ascendente del monstruo por la espiral . Para un ejemplar de este tamaño necesitaré mi
pistola adormecedora, redes y, veamos..., unos seis ayudantes reunió los dardos y llenó
la jeringuilla con un sedante aromático . Me pregunto si tendrá un sistema circulatorio
normal. En el supuesto de que haya solamente unas pocas comunicaciones venosas
podría necesitar dos disparos. Llevaré un repuesto.
Apresuradamente, se dirigieron a la espiral.
Desautorizado dijo la puerta.
Prueba aquella de allá dijo Larry.
El Gran Har se movió de un lado a otro sobre la plataforma en lo alto de la espiral. Una
puerta se abrió, no al exterior, sino a un oscuro garaje donde sólo los ojos de una
máquina podían ver. Los raspantes y rechinantes sonidos alejaron a los dos fugitivos.
Ellos buscaban un Jardín del Edén, no un sombrío agujero donde la masticación podría
reducirlos a pulpa.
Supongo que tendremos que romper una de estas... ¡Oh! Aquí llega un grupo de
ciudadanos que no parece tenernos miedo.
El Gran Har giró para ver a Wandee subiendo por la espiral a la cabeza de sus
ayudantes de Bio. Sus blusones eran idénticos y caminaban en formación cerrada
llevando pesados carretes de redes. Wandee acariciaba una pequeña y eficiente pistola
de dardos.
Har retrocedió sobre la plataforma. Los ayudantes de Wandee separaron las redes,
formando dos enmarañadas barreras que se movieron en direcciones opuestas alrededor
de la espiral, cogiendo en el centro a los fugitivos. Larry estudió la floja malla. Concebida
para atrapar brazos y piernas, era lo suficientemente larga para permitir disparar con
certeza. Wandee permanecía detrás de la red, con su vista fija sobre la pareja. Har se
retiró hacia una salida, mirando fijamente la boca del arma.
El dardo alcanzó al gigante en el centro del pecho, resonando contra su esternón. La
mano de Larry buscó las aletas.
Calma, grandullón.
Tiró del proyectil y éste se desprendió con un pingajo muscular en las varillas. Las
rodillas de Har flaquearon, Larry lanzó el dardo contra el hocicudo que sostenía el centro
de la red. Las aletas se desplegaron. Se clavó en su ancho vientre y la barrera cedió. Har
se vino abajo. Wandee sonrió y comenzó a relajarse.
Larry cayó sobre las palmas de sus manos, encallecidas y abiertas, corriendo y
gritando. La separación del mediohumano fue completamente inesperada: el escuadrón
de Biología titubeó. Rebasó al comatoso hocicudo de la red y golpeó a Wandee tan fuerte
como pudo. Ella era una hembra frágil, joven y despolarizada, nueva en el oficio. Larry se
concentró en el arma, golpeando y mordiendo su brazo. Unicamente después de
arrebatársela se dio cuenta de su fragilidad. Retrocedió dando traspiés, los ojos muy
abiertos, sujetando su mano derecha. Él sintió el herrumbroso gusto de la sangre en sus
dientes delanteros.
Armando la pistola al tiempo que gritaba, Larry ahuyentó al escuadrón.
Volvió junto al gigante.
Levántate, Har. ¡Levántate! No puedes dormir aquí. El hocicudo de la barrera murió.
Seguridad se presentará pronto.
Har se acurrucó en el interior de un oscuro conducto de aire y se adormeció. Larry lo
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